Entradas

Mostrando las entradas de febrero, 2017

Descubrirse

Descubrirse.  Conectarse con lo más profundo de uno mismo.  Y recién ahí salir a flote.  Cómo saber lo que nos espera cuando todavía no exploramos lo que nos hace,  nos crea y nos renueva.  Encontrar la magia que esconde cada rincón de nuestra alma,  ese arma mortal que no deja de sonarme a vos. Mientras más te sueño más te pienso, más te nombro, más te encuentro.  Más te siento.  Aquí o allá, esa suave sensación que genera tocarte.  Se queda ahí, en la punta de mis dedos, apoderándose de mí. Recorre mi piel milímetro a milímetro hasta volver al lugar del que en algún momento surgió. Pero no para quedarse ahí. De repente se hace dueña de toda mi piel y el recuerdo se vuelve fuerte, casi podría decirse que se encuentra intacto No quiere irse, no quiere salir, pretende volver a ser parte de mí,  Repetirse una y mil veces hasta encontrar a quien transmitirle tanta magia,  tanta sensación a eso que algunos deben llamar vida.

Lazos

Hoy dudo en escribirte.  Dudo en soñarte y en pensarte.  No descifro cuál es el ahogo que motiva el estar perdido,  el sentirse vacío y de repente volver a sentirse lleno. De un momento para el otro nos encontrarnos desorientados;  Intento llenarme de momentos creados para suprimir otros que me atormentan, sin tener en cuenta que en algún momento deseábamos que ocurriera,  y afirmábamos que nada cambiaría,  que tu recuerdo seguiría igual,  y que tu esencia no iba a alterar la mía. Sin dudas mejora. Uno termina descifrando aquellas contradicciones que creyó que lo invadirían por mucho tiempo, y de repente desaparecen Se desvanecen junto con alguna carta que decidimos quemar  o alguna ráfaga de viento que repentinamente cambia su rumbo y vuela hacia otro lugar. El instante efímero e inocuo de mirarse en uno que otro reflejo y no hallarse,  Pero saber que seguís ahí, latente como desde siempre e inalterable hasta nunca.

Casualidad

Que lindas las casualidades que nos unieron.  Que lindo encontrarte(nos) ahí, tan feliz y sonriente como cuando te conocí.  Que lindo también saber que te vas, un poco amargo por cierto, pero dejando el suspenso del reencuentro, la agonía de los desencuentros y las expectativas de encontrarnos de nuevo en algún lugar que nos haga sentir llenos. Nunca creí en las casualidades, pero sí que apuesto a ellas. Creo que lo que pasó tiene sentido; cobra sentido cada vez que apareces en mis recuerdos, y ahí te siento, tan dentro de mí, tan puro y tan lleno.

Abrazo

Tan esperados, tan ansiados, tan profundos. Y cuando llegan así nos tienen, tímidos pero sabiendo que es el lugar donde queremos estar, alegres de que el momento llegó y seguros de que no queremos dejarlo escapar. Dura minutos, o sólo unos instantes, pero es eterno. Las pieles compañeras se aproximan y nos cruzamos entre olores y caricias. Rompen paredes y prejuicios, desatan sonrisas y sentimientos.  Desnudan el cuerpo y encienden el alma.

Quererte y buscarte

El que te quiere te busca, dijo alguien una vez.  Intenté entenderlo y me pegué a la frase. Te busqué. Seguí y seguí. Pero nunca hubo nadie del otro lado esperando todo lo que tenía para dar. El tiempo, ese condicionante barato que termina cortando, atando y desatando nudos.  Cortaste la soga y no tuve de dónde sostenerme.  Aguanté como pude, porque el que te quiere te busca, o tal vez encuentra otra cosa.