Quererte y buscarte
El que te quiere te busca, dijo alguien una vez.
Intenté entenderlo y me pegué a la frase.
Te busqué. Seguí y seguí.
Te busqué. Seguí y seguí.
Pero nunca hubo nadie del otro lado esperando todo lo que tenía para dar.
El tiempo, ese condicionante barato que termina cortando, atando y desatando nudos.
El tiempo, ese condicionante barato que termina cortando, atando y desatando nudos.
Cortaste la soga y no tuve de dónde sostenerme.
Aguanté como pude, porque el que te quiere te busca, o tal vez encuentra otra cosa.