Los cambios se anuncian con un timbre que no funciona

Como cuando estás nadando
lejos de la orilla.
Y no dejas de remar.
Como si con eso alcanzara.

Hasta que te das cuenta
que hacer la plancha
te acercó a la orilla,
y no era cuestión de remar
sino de aflojar la mejilla.

De dejarte llevar,
como una leve brisa,
de lo que tenés al lado,
de lo que el cambio habilita.

Porque subió la marea
y no te diste cuenta
que lo que te acercó a la orilla
fueron las huellas de eso que queda.


 
/ Catársis suspendida /
Encuentro de escritura con @cheflore.cheflore

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