Diseño
Me acuerdo que apenas terminé el secundario quise estudiar letras.
Siempre me cautivó la libertad de expresión, así de paradójico como suena.
Comunicar el deseo, la pasión y la intención.
Hacer de nuestras palabras un acto de amor.
Por suerte ahí fue cuando apareció el diseño.
Motor transformador de realidades, de perspectivas y de sueños.
Y sobre todo de los míos.