Anecdotario III

Apuntaste a cualquier lado y la flecha se te volvió en contra.

Inventando un no sé cuando en realidad sabías hace rato,
Que te olvidaste de la razón y te inventaste los motivos,
Que sobraban las casualidades que te hicieran cerrar el trato.

De la libertad como sinónimo de tal vez y no de hasta cuando,
De la utopía como puerta y la expectativa como arquero,
De la flecha apuntando hacia adelante, 
de tu cabeza abrazando el vacío.

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