Dulce aroma
Seguramente muchos lo han hecho, y aún más, muchos lo habrán pensado, pero hoy me toca escribirte a mí.
Te escribo por todo eso que sé y no sé de vos, por todo lo que compartimos y por lo que nos faltó compartir, por todas esas cosas que, aunque no sea consciente de que así fue, aprendí de vos, y por todo eso que tal vez pudiste aprender de mí.
Creo que la distancia nos ayuda a entender y dejar ir muchas cosas sabiendo que siempre podemos volver a ellas, que por algún lugar van a estar esperándonos, pero lo más intenso es que a pesar de tenerte lejos, nunca voy a poder volver a tocarte.
Extraño tus suaves manos preparándome las tostadas, esos movimientos coordinados de los que se desprendían los más ricos sabores; la tensión que se generaba en tu rostro cuando fallaba, y cómo se deformaba dulcemente cuando al final conseguía superar lo que nos habíamos propuesto.
No suelo pensarte de todo, lo que 'tengo para decir desborda el alma', pero siempre estás presente, en cada paso, en cada caída y, sin dudas, en cada levantada.
Te escribo por todo eso que sé y no sé de vos, por todo lo que compartimos y por lo que nos faltó compartir, por todas esas cosas que, aunque no sea consciente de que así fue, aprendí de vos, y por todo eso que tal vez pudiste aprender de mí.
Creo que la distancia nos ayuda a entender y dejar ir muchas cosas sabiendo que siempre podemos volver a ellas, que por algún lugar van a estar esperándonos, pero lo más intenso es que a pesar de tenerte lejos, nunca voy a poder volver a tocarte.
Extraño tus suaves manos preparándome las tostadas, esos movimientos coordinados de los que se desprendían los más ricos sabores; la tensión que se generaba en tu rostro cuando fallaba, y cómo se deformaba dulcemente cuando al final conseguía superar lo que nos habíamos propuesto.
No suelo pensarte de todo, lo que 'tengo para decir desborda el alma', pero siempre estás presente, en cada paso, en cada caída y, sin dudas, en cada levantada.