Latidos en papel

Hace un par alguien que quiero mucho me dijo "pensá, es mejor que algo se termine a tener que terminarlo vos". La angustia en algún momento se acaba, y dejamos de tirarle preguntas al universo. Las incógnitas se vuelven retóricas.  Lo que pasaba ahí entraba en un verso. Las historias se vuelven anécdotas. Y nos enrredamos en un sinfín de darle rienda suelta a lo que hay acá adentro. El placer, la compañía, el amor.  Todo lo que parece mucho y todo lo que se volvió tan nuestro. Pensar que algo se termina me hace sentir que me espera algo mejor. Gracias por haber caminado al lado mío, gracias por acompañarme en construir mi nuevo yo.

Pasar de página no siempre implicó releer el capítulo. Captar en esencia lo que no nos pertenece pero que por momentos se siente como propio, como nuestro. Entender lo que implica perder todo eso que nunca se tuvo. Lo que hasta ahora nunca tuviste, o lo que en realidad nunca sentiste como tuyo. No sé qué de esto tiene sentido, ni tengo noción de cuánto fue el impacto de lo perdido. Si hay algo de lo que estoy segura es que descifrarlo tal vez abra nuevos caminos. Añorar lo que se necesita hacer a un lado para dar paso a lo que realmente es sentido.