Girasol
Hoy fue un día especial; si bien de por sí es un día diferente, hoy todo se volvió nítido. Como esos vínculos que se cortaron pero todavía están, o esas caricias que extrañamos pero el que nos las daba ya está lejos. Difícil poner en palabras lo que sentimos cuando la vorágine de emociones va más rápido que nuestra cabeza; y no estamos en paz con nosotros mismos, en el fondo lo sabemos. Es más llevadero cuando todo es difuso, y se vuelve tan perturbador cuando decidimos no mirar para el costado y hacerle frente a ese pedacito de vida que a gritos nos pide que demos más. Que lo dejemos todo por y para ser felices, por sentirnos libres para poder ser, florescer. Siempre vibrante, siempre libre, siempre en calma; como el girasol. Qué será eso a lo que realmente llamamos vida, cuáles serán esos sueños que la cotidianeidad no nos deja cumplir, cuáles serán esos recuerdos que nos desvelan, o tal vez todo esto es sólo un esbozo de lo que pudo y no fue.